La logística surge ligada a las actividades de toma de decisiones de los altos mandos militares, principalmente en Inglaterra en la década de 1940. En la actualidad, el tema de la logística se asume con tanta importancia que en las organizaciones se estipula un área específica para su tratamiento; su evolución a través del tiempo ha sido constante, hasta convertirse hoy en una de las principales herramientas para que una organización sea considerada como una empresa del primer mundo.

La logística es la gestión del flujo, y de las interrupciones en este, de insumos (materias primas, componentes, subconjuntos, productos terminados y suministros) y/o personas asociadas a una empresa. Cuando compramos un artículo, la mayoría de las veces no somos conscientes de su origen: quién es su creador (fabricante), cómo ha llegado al establecimiento (punto de venta), por cuántos intermediarios o almacenes ha pasado, etc. El proceso logístico nos permite seguir la trazabilidad de un producto, conocer el camino o circuito que ha seguido desde su origen hasta que llega lo adquirimos.

La logística, desde el punto de vista empresarial, consiste en aplicar un conjunto de técnicas para acortar tiempos, reducir costos de transporte/almacenamiento y conseguir que el producto llegue al destinatario final cuando lo necesita, en el lugar acordado y con plena satisfacción en calidad y cantidad.